viernes, 3 de junio de 2011

Primeros madrugadores

Hace dos años, el pueblo Islandés votó por inmensa mayoría al NO de la nacionalización de enormes deudas privadas ajenas a sus actos y por entonces nada se comentó en los medios de comunicación. Tomando ejemplo, cada vez más ciudadanos de países democráticos dejan de ser pasivos y comformistas frente a las decisiones de sus repectivos gobiernos y salen a la calle para protestar por lo que es suyo: el derecho a decidir.

En el noroeste de Europa se encuentra un pequeño país, Islandia, que en Octubre de 2008 sufrió una de las grandes arremetidas de la actual crisis financiera: sus bancos quebraron, la Bolsa se desplomó, la moneda fue devaluada y la inflación se disparó. El país estaba en bancarrota. A finales de 2008 se nacionaliza el principal banco del país, cuya subsidiaria Icesave tiene captados los ahorros de unos 400.000 extranjeros, en su mayoría de Holanda y Reino Unido. Cuando se declaró en quiebra, el ex primer ministro británico, Gordon Brown, aplicó una ley para congelar las cuentas y así garantizar los depósitos de sus súbditos. La gente perdía sus trabajos y casas a oleadas y paralelamente el Gobierno desmbolsaba cientos de millones para salvar a los principales bancos islandeses de la quiebra. Esto fue la gota que colmó el vaso.  El 14% de la población islandesa se echó a la calle a protestar, provocando la dimisión del Gobierno a principios de 2009. La deuda a pagar por el Gobierno de Islandia era de 4.000 millones de euros a 15 años, más intereses (unos 45.000 € por familia). Y "era", porque después de que el Parlamento acatara la decisón de devolver la deuda a Reino Unido y Holanda, Ólafur R. Grímsson se negó a firmar la ley que obligaba a los islandeses a pagar con sus impuestos las deudas del banco Icesave y obtuvo el 6 de Marzo el apoyo casi total de la población, mediante referendum, al NO del pago de la deuda.

Sedientos de justicia, se ha abierto una investigación exhaustiva para señalar culpables de la situación económica del país. La Interpol puso en busca y captura a Sigurdur Einarsson, presidente ejecutivo del banco Kaupthing, que fue detenido en su mansión de Londres y la misma suerte pueden correr una docena de banqueros acusados de enriquecimiento ilícito.

En su día, esta acción de rebeldía se ganó el apoyo del gurú económico del Finantial Times, expresando que <<Los islandeses no están obligados ni moral ni legalmente a pagar esa deuda gigantesca que hipotecaría a varias generaciones. Los contribuyentes no deben ser utilizados como una póliza de seguros para los bancos>>. Pero, por otro lado, el país puede correr el riesgo de convertirse en un paria para los mercados, pues el Reino Unido va a tomar medidas en los Tribunales.
Y cabe preguntarnos, ¿esta acción hará que a Islandia le vayan mejor las cosas que a por ejemplo Portugal o Grecia cuyas economías han sido recatadas? Según el redactor jefe de The Guardian, en Islandia se ha priorizado el trabajo antes que el pago de intereses, mientras que en los países periféricos se ha preferido amansar a las fieras de los mercados.
Islandia pretende aprender de los errores y evitarlos en la mayor medida posible. Es por eso que se han puesto manos a la obra para redactar una nueva constitución que recoja lo aprendido y, además, un proyecto de ley que pretende crear un marco jurídico destinado a la protección de la libertad de información y de expresión la Icelandic Modern Media Initiative.

Pero, curioso es que esta noticia no ha sido cubierta por los medios de comunicación. Quizás por miedo a un cambio (inevitable) de lo establecido. A que despertemos como Islandia. Un país que ha hecho frente a esas supuestas fuerzas inmortales primando su bienestar y comfort personal. Y lo bueno de todo esto es que nos han depertado. Estamos reaccionando de forma progresiva para tener un futuro más saludable y sostenible. Y sobretodo, de volver a sentirnos parte de nuestro país, de nosotros mismos, de poder escoger de forma clara y transparente.



Fuente: Revist el SemanalXL, nº 1228; CADTM Olivier Bonfond, Jérome Duval, Damien Millet; Blog's: nosinmibici.com y crisiseconomica2010.com

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